El Tintal
Está formado por más de 850 edificios que incluyen grupos de Patrón Triádico, la Acrópolis, un Juego de Pelota, grandes palacios y un enorme foso artificial que rodea la ciudad y que garantizaba el abastecimiento de agua durante todo el año. La calzada Jade conecta los dos sectores más importantes y marca el eje principal de la ciudad.
Igual que otros asentamientos de la región, sus habitantes aprovecharon las elevaciones naturales para desarrollar los edificios, construyeron plataformas, nivelaron las colinas y drenaron los arroyos, adaptando así el paisaje a sus necesidades.
Su arquitectura, el trazo de la ciudad y la riqueza de materiales arqueológicos demuestran la importancia de El Tintal a los largo de su historia.
Aprovechando el paisaje: control del agua
La sociedad de El Tintal aprovechó los recursos naturales de su entorno, dentro de un complejo sistema de planificación urbana, la cual puede apreciarse hoy en día.
Aprovecharon la roca para construir plazas, basamentos y edificios, los que complementaban con materiales perecederos como madera y palmas. Para evitar las inundaciones, los antiguos habitantes de El Tintal diseñaron un complejo sistema hidráulico, se construyeron canales para la distribución del agua entre los conjuntos arquitectónicos, viviendas y cultivos, los que finalmente drenan hacia los bajos al este y oeste.
Alrededor del Complejo Mano de León, los habitantes de El Tintal construyeron un gran foso artificial, que además de controlar el nivel del agua de lluvia, fue muy útil como mecanismo de defensa, limitando el acceso al centro de la ciudad.